Navidad y Año Nuevo en Rusia

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Navidad y Año Nuevo en Rusia

Para la mayoría de los europeos la fiesta de invierno más importante era y sigue siendo la Navidad. Es cierto que el Año Nuevo se celebra en todo el mundo a lo grande, pero las celebraciones más importantes recaen en el 25 de diciembre ? el día de la Navidad. En Rusia, es todo lo contrario. La inmensa mayoría de los rusos celebran la Navidad de buen grado, pero la preferencia se la dan al Año Nuevo. Cabe mencionar que la temporada de vacaciones en Rusia es un enredo que no todo el mundo es capaz de entenderlo. Las vacaciones de invierno en Rusia tienen una duración de varias semanas: el ruso con entusiasmo celebra la Navidad occidental, luego del Año Nuevo, después la Navidad Ortodoxa - 7 de enero, y, finalmente, - 13 de enero ? la fiesta totalmente incomprensible para los extranjeros ? el Año Nuevo Viejo. Sin embargo, la fiesta más querida y venerada en esta larga lista de celebraciones es el Fin de Año. Aunque no siempre fue así. La tradición de celebrar el Año Nuevo en Rusia apareció mucho más tarde que en Europa.

La tradición de celebrar el Año Nuevo fue importada a Rusia por Pedro I. Antaño, el Año Nuevo en Rusia se celebraba el 1 de septiembre. Pero el zar quería mantenerse al día con el Occidente y prohibió celebrar el año nuevo en otoño pasándolo al 1 de enero. El primer Año Nuevo en Rusia se celebró con ruidosos desfiles y fuegos artificiales en la noche del 31 diciembre-1 enero de 1700. La capital en aquel entonces era Moscú. San Petersburgo aún no había sido construido, por lo que todas las celebraciones tuvieron lugar en la Plaza Roja. A partir de 1704 las celebraciones se trasladaron a la capital del norte. Las celebraciones de Año Nuevo en aquellos días eran celebraciones multitudinarias. San Petersburgo festejaba el Fin de Año con rúas y disfraces en una plaza cercana a la fortaleza. Pedro I no sólo participaba en las festividades, sino que también obligaba a participar a la nobleza. Aquellos que no se presentaban en la fiesta bajo el pretexto de la enfermedad tenían que pasar reconocimiento médico. Si la excusa era poco convincente, se sancionaba al infractor: el desgraciado tenía que vaciar una copa enorme de vodka delante de todos.

La nueva fecha para el Año Nuevo a principio no tuvo una buena acogida. Pero Pedro I era persistente e implacable, castigaba a los que se empeñaban a celebrar el Año Nuevo el 1 de septiembre. Tanto los nobles como plebeyos estaban obligados a decorar las casas para el 1 de Enero con ramas de abeto, enebro o pino. Las ramas se decoraban no solo con juguetes, como ahora, sino también con frutas, nueces, verduras e incluso huevos. Todos estos productos cumplían otra función además de ser un mero adorno, eran símbolos: las manzanas - símbolo de fertilidad, frutos secos - incomprensibilidad de lo divino, y los huevos - símbolo de la evolución de la vida, lleno de armonía y prosperidad. Con el tiempo los rusos se acostumbraron a la fiesta nueva. La víspera del Año Nuevo recibió el nombre de "generosa". Una mesa abundante en esta fiesta, según la creencia popular, garantizaba la prosperidad para el próximo año y se consideraba la clave para la riqueza de la familia. Por eso, los rusos trataban de adornar la mesa con todo lo que les gustaría tener en abundancia en su casa. Había también una creencia que decía que en la mesa del fin de Año no debía haber aves de corral, de caza o liebres porque se creía que en este caso la felicidad habría volado lejos de casa.

Desde 1947 es una fiesta Nacional. Según la tradición, en todas las familias y ciudades se instala un árbol navideño. Entre los platos navideños no pueden faltar ensalada Olivier, "arenques en abrigo?, mandarinas. El punto culminante de la festividad del Año Nuevo era y es la apertura de una botella de champán "Soviético" al ritmo de las campanas del Kremlin. Por la mañana del día 1 de Enero cuando todo el mundo se despierta, encuentran debajo del árbol navideño los regalos que había dejado allí la noche anterior Ded Morós, un personaje de cuentos rusos, ayudado por su nieta Snegurochka. Actualmente, el Año Nuevo es una festividad favorita de las familias rusas.

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